La advertencia del gigante de la industria química pone de manifiesto la debilidad del mercado mundial.

    Recientemente, BASF y Covestro rebajaron simultáneamente sus expectativas de beneficios para todo el año. Esta tendencia pone de manifiesto la fragilidad del actual crecimiento económico mundial. Ante la posibilidad de que Estados Unidos imponga aranceles elevados a la Unión Europea, se prevé que el mercado mundial siga sufriendo presiones.

    El 11 de julio, los dos gigantes químicos alemanes, BASF y Covestro, rebajaron simultáneamente sus expectativas de crecimiento para todo el año y ambos lo atribuyeron a la debilidad de la macroeconomía. BASF rebajó su previsión de crecimiento del PIB mundial para 2025 de 2,6% a 2,0% - 2,5%, y consideró que ello provocaría una reducción de sus beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) para todo el año de 8.000 - 8.400 millones de euros a 7.300 - 7.700 millones de euros. Frente a las fluctuaciones de la política arancelaria estadounidense, los directivos de BASF hicieron hincapié en las ventajas de su implantación mundial: 90% de sus ingresos por ventas en el mercado europeo proceden de la producción local, en el mercado norteamericano son 90% y en la región Asia-Pacífico son 80%. Con la puesta en marcha de la base integrada de Zhanjiang, en China, también aumentará la proporción de producción local en la región Asia-Pacífico. Sin embargo, esta capacidad de recuperación regional no puede compensar la contracción de la demanda en la industria manufacturera mundial debido a las barreras comerciales y las turbulencias económicas. Otros datos preliminares de BASF muestran que en el segundo trimestre de 2025, las ventas disminuyeron un 2,1%, hasta los 15.770 millones de euros; el EBITDA excluyendo partidas especiales fue de 1.770 millones de euros, en línea con la previsión media de los analistas, pero inferior al nivel del año anterior; el beneficio neto fue de 0.080 millones de euros, muy por debajo de la previsión media de los analistas y también significativamente inferior al nivel del año anterior.

    Covestro también rebajó su previsión de EBITDA para todo el año de 1.000 - 1.400 millones de euros a 700 - 1.100 millones de euros, aunque su beneficio de 2.700 millones de euros en el segundo trimestre se acercó al límite superior de la estimación. Cabe destacar que su EBITDA en el primer trimestre, aunque se redujo a la mitad interanual, aún superó las expectativas, lo que sugiere que la situación en el segundo semestre puede ser más grave.

    En el contexto de la ralentización del crecimiento económico mundial, la última previsión de BASF sobre el PIB ha caído significativamente por debajo del 2,8% pronosticado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril. La compleja situación actual dificulta enormemente las predicciones económicas, pero las continuas revisiones a la baja de las expectativas por parte de diversas instituciones se han convertido en una tendencia.

    Es notable que haya reaparecido la sombra de los aranceles estadounidenses. Recientemente, Estados Unidos anunció sus planes de imponer un arancel de 50% a las importaciones procedentes de Brasil, Vietnam se enfrenta a un gravamen de 20% - 30%, y la Unión Europea podría soportar un arancel de 30%. Estos aranceles podrían entrar en vigor el 1 de agosto. Aunque el mercado espera un acuerdo entre Estados Unidos y Europa, el Ministro de Comercio de la UE, Schaeffroth, declaró el 14 de julio que un arancel 30% "bloquea de hecho el comercio bilateral" y condenó a Estados Unidos por aumentar repentinamente el arancel durante las negociaciones. Actualmente, la UE ha pospuesto su primera ronda de aranceles de 21.000 millones de euros contra Estados Unidos y está planeando un plan de contramedidas mayor de 72.000 millones de euros. Al mismo tiempo, la UE está acelerando las negociaciones comerciales con Indonesia, Tailandia, Filipinas, Malasia e India, en un intento de diversificar los riesgos del mercado.

    Los analistas señalaron que, aunque los aranceles entre Estados Unidos y Europa puedan reducirse mediante negociaciones, la incertidumbre de las múltiples negociaciones comerciales en el tercer trimestre puede seguir lastrando el crecimiento económico. Aunque finalmente se reduzcan los aranceles, la incertidumbre reinante seguirá reprimiendo el crecimiento económico en el tercer trimestre. El sentimiento cauteloso de los inversores y el retraso en las grandes decisiones de inversión se han convertido en el tema principal del mercado de 2025. Esta tendencia seguirá arrastrando a la baja la demanda de productos químicos. Aunque las empresas químicas europeas se esfuerzan por transformarse en especialidades químicas de alto valor añadido, el crecimiento de la industria sigue estando muy ligado al PIB. En la situación actual de incertidumbre en la demanda, que lleva a los compradores a mantener inventarios bajos, las empresas tienen un margen muy limitado para crecer en exceso.

    Los indicios actuales muestran que el crecimiento mundial en los próximos dos años será probablemente inferior al nivel de 2024, y la senda de recuperación de la industria química será cada vez más difícil.

    Para reforzar la competitividad y el desarrollo de la modernización de la industria química, la Comisión Europea anunció recientemente el "Plan de Acción Química", destinado a resolver problemas como los elevados costes energéticos y la débil demanda, al tiempo que se fomenta la inversión en innovación y sostenibilidad de la industria. Entre las medidas concretas figuran la creación de una alianza clave de productos químicos para hacer frente al riesgo de cierre de capacidades en la industria química, y la adopción de medidas de protección comercial para garantizar una competencia leal; la rápida aplicación de un plan de acción sobre energía asequible para contribuir a reducir los elevados costes de la energía y las materias primas; la insistencia en los incentivos fiscales y las medidas tributarias para fomentar la demanda de productos químicos limpios, etc. El plan también incluye un "Proyecto de Ley Integral de Simplificación de Productos Químicos", cuyo objetivo es simplificar aún más la legislación clave de la UE sobre productos químicos, incluyendo la simplificación de las normas para las etiquetas de productos químicos peligrosos; la clarificación de la normativa de la UE sobre cosméticos y la simplificación del registro de fertilizantes químicos de la UE, etc. La Comisión Europea calcula que estas medidas ahorrarán a la industria química al menos 363 millones de euros anuales. El plan ha sido bien acogido por las asociaciones industriales, pero ha sido criticado por algunas empresas.